Juan Carlos Gasparini, conocido como “Chinchu”, murió a los 76 años tras una larga lucha contra una enfermedad. Tres veces intendente de Roque Pérez, fue un dirigente clave del peronismo del interior bonaerense.
El municipio decretó tres días de duelo. “Lamentamos profundamente comunicar el fallecimiento de Carlos ‘Chinchu’ Gasparini, quien fuera intendente del distrito durante tres mandatos consecutivos, entre 2011 y 2023”, expresó el comunicado oficial.
Durante su gestión, se caracterizó por impulsar políticas inclusivas, fortalecer lo público y promover una visión transformadora. En su comunidad, su legado fue definido como “una huella imborrable” que cambió la historia de la ciudad.
Gasparini creció en condiciones de extrema pobreza. Vivió en la calle, trabajó en oficios precarios y sufrió violencia familiar. “La pobreza me enseñó adversidades que transformé en cosas positivas”, confesó en una entrevista con Página/12 en 2019.
“Soy un negro de abajo sin estudios que pudo hacer cosas para los que sufrieron lo que yo sufrí”, decía con orgullo. Su infancia fue marcada por la falta de comida y el maltrato, pero esas experiencias lo formaron como un dirigente con profunda sensibilidad social.
En sus palabras: “Más de una vez pagué la luz de un vecino y llegué a mi casa y me la habían cortado”.
La militancia de Juan Carlos Gasparini comenzó en la Unidad Básica Eva Perón, que mantuvo durante 25 años. En 1997 fue electo concejal. En 2011, con apoyo de Aníbal Fernández, llegó a la intendencia.
Su estilo directo y su vida sin atajos le valieron tanto críticas como admiración. “Me critican porque doy laburo a los que nadie emplearía, pero sería un mal parido si no lo hiciera”, afirmaba sin rodeos.
Entre sus logros más destacados están la remodelación del hospital local, la creación de cinco escuelas y la recuperación del Cine Club Colón. También instauró La noche de los Almacenes, un evento turístico-cultural que revitalizó el comercio local.
Impulsó convenios con universidades para garantizar el acceso a la educación superior sin necesidad de migrar a otras ciudades. La gestión pública fue, para él, una causa personal.
El actual intendente Maximiliano Sciaini expresó: “Acompañamos con profundo pesar a su familia, amigos y seres queridos. Su memoria vivirá para siempre en el pueblo que tanto amó”.
“Lo único que quiero cuando me muera es que me entierren debajo de un árbol porque no me gusta el sol. Que mi epitafio diga: ‘Acá está el Chinchu’”, había dicho Gasparini entre risas, pero con la emoción de quien sabía que había dado todo.