

Un episodio de intimidación en vivo sacudió este lunes a la ciudad bonaerense de Azul y encendió alarmas en el ámbito político local. La presidenta del Concejo Deliberante, Pilar Álvarez (UCR), fue increpada por un hombre con actitud violenta que irrumpió en plena entrevista radial mientras participaba del programa La Primera Mañana, conducido por la periodista Andrea Castro.
El hecho ocurrió en los estudios de la emisora cuando la edil explicaba su proyecto de resolución que busca eliminar el aporte patronal del 1% de la masa salarial al sindicato municipal y modificar el esquema de pago de sueldos a dirigentes sindicales. Según testigos, el sujeto entró abruptamente al estudio, interrumpió la transmisión con gritos y debió ser contenido por el operador técnico, quien logró que se retirara luego de varios minutos de tensión.
Desde la Unión Cívica Radical de Azul repudiaron el ataque en un comunicado en el que advirtieron que los "discursos de odio se convierten en acciones de odio" y consideraron lo sucedido como “un intento de disciplinar y silenciar a una representante elegida por el voto popular”. Además, confirmaron que ya fue realizada la denuncia penal correspondiente y exigieron un pronto esclarecimiento.
La reacción política no tardó en llegar. El PRO de Azul emitió un pronunciamiento en el que expresó su “más firme repudio” y advirtió que no se trató solo de un hecho de violencia individual, sino de “un ataque directo a la libertad de expresión y al funcionamiento democrático”. Además, respaldaron públicamente la iniciativa de Álvarez, a la que calificaron como una medida que promueve “equidad, transparencia y control del gasto público”.
En la misma línea, La Libertad Avanza también condenó el hecho y se solidarizó con la edil radical. En su comunicado, señalaron que “el episodio debe alertar y ser condenado por todos los sectores de la sociedad” y lo vincularon a otros ataques recientes, como los ocurridos en dependencias del PAMI contra militantes de ese espacio.
El incidente generó preocupación institucional en Azul y puso en el centro del debate la necesidad de garantizar la seguridad de los representantes políticos y de los espacios de comunicación. Mientras tanto, se espera que la Justicia avance en la identificación del agresor y en el esclarecimiento de los hechos.