En Olavarría, cuatro espacios políticos que se definen como libertarios compiten por el mismo electorado: Unión Liberal, Unión y Libertad, Alianza La Libertad Avanza y el Partido Libertario de Olavarría. Este último, encabezado por Gustavo Torrisi como primer candidato a concejal, se proclamó como el único legítimo.

A través de un comunicado, Torrisi sostuvo que su espacio es “el original” y advirtió que busca despejar la confusión generada por otras agrupaciones que, según él, intentan apropiarse del término libertario. El dirigente remarcó que su partido tiene continuidad histórica desde 2019.

Reclamos de autenticidad

El escrito recordó que el Partido Libertario fue la estructura que permitió la llegada de Javier Milei a la Cámara de Diputados en 2019, año en el que el actual presidente se afilió y fue designado presidente honorífico. Para Torrisi, esa condición otorga a su agrupación un lugar central en la identidad libertaria.

Según explicó, la conformación de la Alianza La Libertad Avanza en 2023 para disputar las elecciones presidenciales no significó la disolución ni el reemplazo de la fuerza política que él representa. “La coalición electoral no sustituye la existencia del Partido Libertario como espacio con identidad propia”, afirmó el comunicado.

La vía judicial como respuesta

El candidato anunció que iniciará acciones legales para frenar lo que considera un uso indebido de la denominación. En su declaración, aseguró que promoverá un “bozal legal” contra quienes utilicen la palabra “libertario” de forma engañosa, con el fin de preservar la identidad partidaria.

La estrategia apunta a limitar el margen de maniobra de los otros tres espacios que se presentan en la ciudad y que, en paralelo, reclaman pertenencia al mismo universo político.

Una interna que tensiona el escenario local

El cruce entre las agrupaciones libertarias refleja un clima de fragmentación que podría impactar en el proceso electoral de Olavarría. La multiplicidad de partidos con nombres similares confunde a los votantes y erosiona la posibilidad de consolidar un solo espacio opositor con fuerza.

Mientras tanto, la disputa por la legitimidad avanza entre comunicados, declaraciones públicas y la amenaza de judicialización, en un escenario donde cada sector busca apropiarse del sello que en los últimos años ganó protagonismo en la política nacional.