

La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) puso en marcha un paquete de medidas impositivas destinado a productores bonaerenses que atraviesan una difícil situación por las inundaciones. La decisión se formalizó a través de las resoluciones 1305 y 1306, que establecen deducciones, diferimientos, exenciones y planes de pago especiales.
La medida llega tras el pedido de la Sociedad Rural Argentina (SRA), que la semana pasada reunió a productores en 9 de Julio —una de las zonas más castigadas— para visibilizar las pérdidas y reclamar urgencia al Gobierno. El titular de ARCA, Juan Pazo, recogió esas demandas y elevó las herramientas fiscales para acompañar la emergencia ya declarada por el Ministerio de Economía.
Entre los beneficios se incluye la deducción del 100% en el Impuesto a las Ganancias por ventas forzosas de hacienda —bovina, ovina, caprina o porcina— y la exención de retenciones vinculadas a esas operaciones. También se difieren vencimientos de impuestos nacionales (Ganancias, Bienes Personales, Monotributo y Fondo para la educación cooperativa) y se suspenden juicios de ejecución fiscal mientras dure la emergencia.
La resolución alcanza a partidos bonaerenses como Puán, Tornquist, Nueve de Julio, Carlos Casares, Coronel Suárez, Bolívar, Tapalqué, Saladillo y Roque Pérez, entre otros. Allí, los productores podrán solicitar planes de hasta 48 cuotas para cancelar obligaciones vencidas hasta el final del período de emergencia, con la posibilidad de presentarse hasta 12 meses después de su finalización.
Para acceder, es necesario realizar el trámite mediante la plataforma de Presentaciones Digitales de AFIP, en la opción “Zona de emergencia – Acreditación”. Se deberá adjuntar el certificado de emergencia emitido por la provincia correspondiente junto con la documentación que acredite la actividad en el establecimiento afectado.
Desde Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) advirtieron que el agua ya afecta más de 2 millones de hectáreas en el territorio bonaerense y que, si no se avanza rápidamente con asistencia, el impacto en la producción podría escalar a más de 3 millones de hectáreas.