Personas privadas de la libertad de una cárcel de Sierra Chica elaboraron un árbol de Navidad de ocho metros que fue instalado en un espacio central de Olavarría. La iniciativa se desarrolló en la Unidad 27 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y buscó fortalecer la integración comunitaria mediante el trabajo.

La estructura fue construida íntegramente en los talleres del establecimiento penitenciario, con fierro estructural y una malla de alambre que recubrió toda la base. El proyecto contó con el acompañamiento del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, a cargo del ministro Juan Martín Mena.

Un proyecto con impacto social y comunitario

El árbol navideño fue emplazado en el Paseo Jesús Mendía, frente al Palacio Municipal San Martín. El pasado lunes 8 de diciembre, respetando una tradición local, el intendente municipal Maximiliano Wesner encabezó el encendido formal de la estructura ante vecinos y autoridades.

Desde la Unidad 27 destacaron que la experiencia permitió a los internos adquirir y fortalecer habilidades laborales vinculadas a la herrería, además de fomentar la responsabilidad y el trabajo en equipo. Según remarcaron, se trató de una acción concreta que aportó al desarrollo de la comunidad local.

Los directivos del establecimiento subrayaron que este tipo de iniciativas resultó clave para afianzar los vínculos entre la institución penitenciaria y la sociedad. En ese sentido, señalaron que la visibilización de estos proyectos contribuyó a consolidar la confianza pública y a poner en valor los programas formativos.

Formación laboral y reinserción social

Las autoridades penitenciarias resaltaron que el acceso al trabajo y a la capacitación constituyó un pilar fundamental en los procesos de reinserción social. Estas experiencias permitieron que las personas detenidas asumieran responsabilidades reales y participaran en acciones con impacto positivo fuera del ámbito carcelario.

Asimismo, indicaron que la participación en proyectos comunitarios favoreció la adquisición de herramientas que facilitaron la futura inserción en el mercado laboral una vez recuperada la libertad. La iniciativa fue valorada como un ejemplo de cómo el trabajo penitenciario pudo transformarse en un puente hacia la inclusión.

El árbol navideño, convertido en un nuevo punto de referencia urbano, simbolizó no solo el espíritu de las fiestas, sino también el resultado de una política orientada a la formación, la integración y la construcción de oportunidades a través del esfuerzo colectivo.