miércoles 11 de diciembre de 2024 - Edición Nº3760

Destacadas | 31 oct 2023

Mercado inmobiliario

El agente inmobiliario y su protagonismo en el mercado marplatense de bienes raíces 

El agente inmobiliario está viviendo su época de oro. Cada vez son más las inmobiliarias tradicionales que contratan agentes para ampliar sus negocios. Las claves de una actividad que brinda independencia y libertad para crecer económicamente.


La imagen del corredor inmobiliario sentado detrás del escritorio esperando que suene el teléfono, o que un cliente ingrese al local para cerrar una operación, corresponde a una escena de un pasado remoto. 

No es posible creer que, en el contexto de la economía actual, y del sector inmobiliario en particular, un corredor puede bastarse a sí mismo para llevar adelante su negocio teniendo que salir a buscar compradores e inquilinos, captar clientes, tejer vínculos comerciales y profesionales y, sobre todo, analizar el mercado para expandir sus negocios. 

Es por todo esto, y por la transformación cultural que está viviendo el sector, que la figura del agente inmobiliario cobró una gran relevancia en los últimos años y cada vez más sus servicios son demandados por los corredores que buscan ampliar el horizonte de sus negocios. 
De acuerdo con las tendencias actuales del mercado de bienes raíces, el agente inmobiliario se posiciona como el principal factor de crecimiento de las inmobiliarias.

El agente inmobiliario y su desembarco en el sector

La figura del agente inmobiliario llegó a nuestro país con el cambio de milenio de la mano de las empresas que brindan servicios inmobiliarios complementarios a corredores y emprendedores, con RE/MAX a la cabeza. Detrás llegaron luego otras empresas como Century 21, Coldwell Banker o Keymex que también trabajaban con la figura del agente. 

Hasta ese momento, las inmobiliarias tradicionales contaban con la ayuda de colaboradores llamados dateros, asesores o vendedores, cuya función principal, lo mismo que los agentes, consiste en acercar clientes, contactos y negocios al corredor responsable. Pero los beneficios de este nuevo modelo enseguida se propagaron en el sector y las inmobiliarias tradicionales no tardaron en incorporar la figura del agente para consolidar sus estructuras de negocios. 

En la actualidad, ninguna inmobiliaria que pretenda mantener la competitividad y proyectar un crecimiento a futuro puede prescindir de los agentes. En Argentina, la figura del agente inmobiliario está regulada en el Código Civil y Comercial de la Nación (Artículo Nº 1479), y este amparo legal es clave para comprender el impacto positivo que tiene su actividad en el sector y por qué cada vez más inmobiliarias buscan contratarlos.

En Mar del Plata existe una alta demanda de agentes y son cada vez más las que contratan sus servicios: Justo Sosa Propiedades, Espatolero y Lorenzo Inmobiliaria, Belatti Licitra Propiedades, Turdo Estudio Inmobiliario, Van Gool Bienes Raíces, Gago Estudio Inmobiliario, Robles Inmobiliaria, Lopez Bisoglio Oyarbide, Arbini Propiedades, Sanz y Ordoqui Propiedades y Damián Iglesias Inmobiliaria por nombrar algunas de las más relevantes.

El agente inmobiliario como evolución del viejo “vendedor”

La llegada del agente inmobiliario al mercado local reconfiguró la antigua figura del “vendedor”, por lo general, un empleado en relación de dependencia que trabaja por un sueldo mínimo y que no tiene posibilidades de crecimiento. 

En cambio, el agente inmobiliario irrumpe con otro perfil: son personas dinámicas y proactivas que buscan crecer económicamente y desarrollar su marca personal. No trabajan en relación de dependencia y, por el contrario, prefieren la independencia y la libertad que les brinda su actividad para poder desarrollar sus propósitos.

Entre sus principales atributos o cualidades, el agente inmobiliario se caracteriza por su capacidad comunicacional y organizativa y su predisposición para trabajar en equipo, pero fundamentalmente se distingue por la alta motivación para cumplir objetivos.

El agente inmobiliario debe conocer el mercado inmobiliario y tener capacidades de negociación. No obstante, si una persona sin experiencia quisiera desarrollarse en el sector de bienes raíces muchas inmobiliarias cuentan con programas de formación y capacitación para entrenar y consolidar esas aptitudes. 
 

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